El Inquisidor pintado por El Greco

El viejo Inquisidor nos mira atentamente a través de sus antiparras, con una mirada severa e interrogante. Ahí radica el esplendor de la imagen, en la facilidad de El Greco para captar la personalidad de sus modelos, siendo considerado como "el pintor del alma".

Hoy he visto la película de Yannis Samaragdis sobre Doménikos Theotokópoulos "El Greco", y la verdad es que me ha gustado.

Interpretada por Nick Ashdon en el papel del pintor y Juan Diego Botto en el de Fernando Niño de Guevara, muestra la relación tormentosa de estos dos personajes.

Sinopsis:

Corre el año 1566. Tras huir de la ocupación veneciana de Creta, su isla natal, el pintor Domenicos Theotocopoulos, más conocido universalmente como El Greco, llega a Venecia y comienza a trabajar en el estudio de Tiziano, donde pronto destaca sobre el resto de los artistas. Allí es descubierto por el Niño de Guevara, un sacerdote español. Años después, el pintor se traslada a Madrid y se enamora de Jerónima de las Cuevas, hija de un noble militar, con la que tiene un hijo. La pareja se establece en Toledo, ciudad en la que El Greco triunfa como artista. Su privilegiada posición le lleva a rodearse de las más altas esferas políticas y religiosas, incluyendo a su antiguo amigo Niño de Guevara, ahora convertido en el Gran Inquisidor, aunque el profundo rechazo que el artista siente por la Inquisición pronto le llevará a enfrentarse abiertamente con él.

Resulta curioso observar en la película, las faltas por las que fue acusado El Greco en sus cuadros, por la Santa Inquisición:

- Distorsión de las escrituras.

- Representación blasfema de los santos, como pervertidos y criminales.

- Interpretaciones paganas de los ángeles de nuestro señor

- Imprecisiones apócrifas en escenas bíblicas.

- Uso de colores sensacionalistas y vulgares. El cuadro que le pidió el Inquisidor a El Greco, según se aprecia en la película, en un principio parecía que iba a estar pintado en tonos negros, pero finalmente el pintor quiso mostrar la luz de la vestimenta propia del inquisidor, y lo pintó de rojo, lo cual provocó la ira del clérigo.

- Pervensión de la fe.

- Subversión herética de la verdadera doctrina.

- Clara indiferencia ante los decretos del concilio de trento que rigen en el arte: las imágenes deben ser honestas y decorosas.

La música es de Vangelis, y es todo un lujo para la película. Escúchenla, les encantará¡¡