jueves, 23 de octubre de 2008

la paella de Pelli I

Mi padre ha sido siempre un buen cocinero. Realmente no recuerdo cuando empezó a hacer sus pinitos de gourmet, lo que si que tengo claro es que cuando se jubiló, poco a poco fue incorporando distintas tareas del hogar (lavaba, limpiaba cazos, cocinaba, etc.) y liberó así a mi madre de gran parte del trabajo que había estado desempeñando muy dignamente durante toda su vida: el cuidado de sus tres hijos.

El caso es que recuerdo aquellos domingos en los que mi padre se ponía mi bata de laboratorio y se metía en el paellero a preparar la comida. Hacía paellas de carne y conejo, marineras, de alcachofa y habas, etc. Eso sí, era muy "cuco". Sabía que a nosotros nos gustaba el arroz durito, pero a él siempre prefería el arroz más hecho. Por eso de vez en cuando, cuando al empezar a comer, hacíamos la cata del arroz y yo (siempre era el malo) sentenciaba que había salido pasado, empezaban las peloteras entre mi padre y mi madre. Se echaban las culpas mutuamente, que si se había puesto demasiada agua, que si la cocción había sido muy intensa, que si había puesto demasiado arroz por persona,,,,,etc. En realidad, todos sabíamos que mi padre había lo había hecho aposta.

Mi madre y él siempre me decían que haber cuando aprendía a preparar paellas. A mi no me interesaba el tema, porque sabía que mi padre las hacía buenísimas. Sin embargo este verano, con nuestra casa de campo ya acabada, me planteé la posibilidad de aprender. Además, Carlos, el marido de la prima de Gemma, se trajo una mañana de sábado todos los ingredientes para preparárnosla en la casita,,,,,,,jajajajajajaaj,, me parto.... Tengo que hacer un paréntesis en esta historia para intercalar lo que nos pasó ese día....

Habíamos quedado esa mañana para preparar una paella. Carlos e Inma se encargaban de traerlo todo, y nosotros sólo poníamos el mobiliario "vanguardista" de nuestra nueva casa ("mi ruina") y la nevera americana última tecnología I+D...... Es decir, las sillas de la playa, dos tableros y una puerta que hacían de mesa, y tres cubos negros de plástico que rellenaba con agua y cubitos de hielo para que hicieran de nevera.

Llega la hora del encuentro y aparecen los dos (Carlos e Inma) con su "smart" descapotable. La verdad es que se les veía un poco apretados dentro del coche, pero quedaban muy monos ahí dentro. Descargan todas las cosas y empezamos Carlos y yo a pensar el mejor sitio para poner los diferentes ingredientes de la paella: aceite, pimentón, carne, verduras, agua..... el agua....jajajajaj,, se trajero 8 litros de agua de Piles (pueblo donde veranean) en un bidón de agua mineral que habían comprado, y que habían tirado a las plantas para llenar con el agua del pueblo.

Localizamos el sitio que mejor considerabamos Carlos y yo, pare evitar que el viento pudiera molestar la cocción del arroz. Digo que consideramos Carlos y yo porque ahí empezó la primera discusión. Imma es un cielo, pero cuando se pone en plan tozuda no hay quien se atreva a discutirle algo......

El chef (Carlos) empieza a dar órdenes ,y la pinche (Inma) empieza a distribuir los ingredientes sobre la bancada preparada a tal efecto. Un servidor se limitaba a observar e intentar aprender el arte de la preparación de paellas. Previamente habíamos intentado nivelar los tres pies metálicos que hacen de soporte del paellero de butano, para que cuando se pusiera el aceite, éste quedara esparcido lo más repartidamente en el recipiente metálico.

Mi hija Gemma nos observaba desde arriba con curiosidad,,,,,,y es que era para vernos a los tres juntos y concentrados en los preparativos....

Carlos había sofrito la carne y las verduras que estaban debidamente guardadas en pequeños "taper" que habían traído en el equipaje. Pone el agua natural de Piles de la garrafa de ocho litros, y regula el fuego para que empezara la cocción....

Observamos que el nivelado no había salido todo lo correcto que hubiéramos querido, y se nos ocurre manipular los cartones que habíamos dispuesto en el suelo para evitar que se manchara el piso........¡¡¡¡qué error¡¡¡¡¡,,, "Carlos, Carlos qué fas, qué fas??? que cau, que cau..." y se nos cayó..., se nos fue todo al suelo, el agua, toda la carne, la verdura,,, todos los ingredientes oriundos de Piles... todos los preparativos.....

A mi hija le faltó tiempo para ir corriendo y contárselo a mi mujer....."mama, se ha caído toda la paella al suelo,,, "

En un principio nos quedamos en estado de "Shock". Oigo que Carlos comenta..."no pasa nada, iremos a una pizzería y traeremos algo"...y en eso sale el espíritu combativo de Inma, empieza a dirigirnos y a darnos órdenes.... "recogerlo todo del suelo, que lo lavamos y volvemos a preparar la paella". Y allí nos tienes a los cuatro (incluida mi hija), recogiendo los diferentes tipos de verduras, la carne, quitándole restos de tierra y arena, lavándola.

Al final, pudimos comer paella. Casi ni me lo creo. Hay que reconocer, que no estaba mal para ser una paella de segunda mano.



la foto no se corresponde con el día señalado, pero están presentes Gemma, Imma, Gemma hija, Carlos y Tio Juan


No hay comentarios:

Son las....