jueves, 3 de febrero de 2011

El Experimento Milgram

Gracias a uno de mis ex-alumnos (Raúl Fernández), he podido conocer este interesante experimento.

En 1963, el psicólogo social norteamericano de la Universidad de Yale, Stanley Milgram, publicó en la revista Journal of Abnormal and Social Psychology el artículo titulado "estudio del comportamiento de la obediencia" cuyo objetivo era medir la buena voluntad de un participante a obedecer las órdenes de una autoridad aún cuando éstas puedan entrar en un conflicto con su conciencia personal. Milgram ideó este experimento a tenor del juicio contra Adolf Eichmamn durante el régimen nazi, y su intención era responder a la pregunta: ¿podría ser que Eichmann y su millón de cómplices en el holocausto sólo estuvieran siguiendo órdenes¿ ¿podríamos llamarlos a todos cómplices?

Lo que veremos en el siguiente vídeo es una aplicación muy interesante de este experimento.



Los aspectos legales y filosóficos de la obediencia son de enorme importancia, pero dicen muy poco sobre cómo la mayoría de la gente se comporta en situaciones concretas. Monté un simple experimento en la Universidad de Yale para probar cuánto dolor infligiría un ciudadano corriente a otra persona simplemente porque se lo pedían para un experimento científico. La férrea autoridad se impuso a los fuertes imperativos morales de los sujetos (participantes) de lastimar a otros y, con los gritos de las víctimas sonando en los oídos de los sujetos (participantes), la autoridad subyugaba con mayor frecuencia. La extrema buena voluntad de los adultos de aceptar casi cualquier requerimiento ordenado por la autoridad constituye el principal descubrimiento del estudio.

Stanley Milgram. The Perils of Obedience (Los peligros de la obediencia. 1974)


Enlace interesante

7 comentarios:

Merce dijo...

Vaya...

Ahora no puedo ver..

pero volveré pongo a blogger por testigo, que volveré!!!

De todos modos te dejo moitos bicos y de esas cosas y...

¿como va esa huerta? (es para saber si te la asaltamos jejeje)

Eulogio Diéguez Pérez (Logio) dijo...

Algo he oído ya de esta animalada.
Si en el fondo somos animales.

maria teresa dijo...

Es sobrecogedor!!! Al verlo piensas:"Yo pararía"..pero toda esta gente que continuó hasta el final también lo dirían si lo vieran en video como lo hemos hecho nosotros, estoy segura, y sin embargo no lo hicieron. ¿Qué seríamos capaces de hacer?..Luego está el hecho de que estos "maestros" no tenían una amenaza directa sobre su vida o bienestar, que me imagino que si la hubieran tenido, tal vez hubieran sido aún más los que hubieran continuado. Da mucho que pensar.

Juan Nadie dijo...

Quizá no somos conscientes de lo predispuestos que estamos a obedecer órdenes de cualquier tipo de autoridad (unos más que otros), no es necesario ningún experimento. Lo estamos viviendo ahora mismo, y lo hemos vivido y seguiremos viviéndolo.
¿Despertaremos algún día?

Anónimo dijo...

Cuando hube de estudiar Psicología Social, conocí este experimento o uno similar, pero no había visto imágenes. Me he resistido hasta hoy a verlo.

Me ha dejado impresionada.

¡Cuántas cosas no habre hecho obedeciendo órdenes idiotas incluso perversas y en contra de mis principios! Nos educaron muy bien para ser obedientes, muy bien. Es difícil quitarse esto de encima. Me lo llevo a mi blog y a algún otro sitio.

Gracias, Moisés.

Un abrazo muy grande. Me alegra que hayas puesto esto y que sigas con entusiasmo trabajando tu huerto, ¡hortelano!

Que todos en casa estéis bien. ¿Se le ha pasado el dolor a Buch?

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

El borrón,, como diría Amio, es mío, Moisés. Te había escrito a ti un mensaje para Anjanuca. Lo que es estar dormida....

Buenas noches, prenda.

Son las....